6 jul 2008

Estacas de Trueba

Domingo, 06 de julio de 2008

Ruta: Liérganes – San Roque de Riomiera – Alto de El Caracol (El Campillo, 820 m) – Selaya – Pto. de La Braguía (720 m) – Vega de Pas – Pto. de Estacas de Trueba (1.160 m) – Portillo de Lunada (1.350 m) – San Roque de Riomiera – Liérganes.

Un buen tute.

El día se presentó oscuro, gris, con amenaza de lluvia y el suelo mojado. Y yo con ropa corta, sin ni siquiera manguitos. Pero me arriesgué, me encontraba con ánimos.

Me tomé la jornada con mucha filosofía, ya que creo que es la única forma de afrontar el reto que me había propuesto: tenía ganas de conocer el puerto de Estacas de Trueba (y de paso, “echar un ojo” a ver si veía a mi hijo Alvaro, que andaba por ahí de campamento), que sabía que era un puerto muy largo desde que el año pasado lo bajé en una salida, y me quedé prendado de su grandiosidad.

Así fue, pero antes tuve que subir El Campillo, que por el lado de San Roque es mucho más corto (4 ó 5 kilómetros, no ¡11! como me pasó ¡y sin esperarlo! en esa salida de hace un año), y también La Braguía, que me pareció un puerto precioso para escalar, accesible a pesar de sus 9 km., con buen piso, poco tráfico y pendientes no demasiado pronunciadas.

Pero primero hay que contar también la aproximación a San Roque, con 7 km. plagados de repechos duros y cuestas donde no quise meter el “platillo” por cabezonería, aun a sabiendas de que eso me podía suponer haber malgastado fuerzas.

Yo trataba de poner un ritmo en el que me encontrara cómodo, sin abusar pero también sin ir parado, y creo que salí airoso de la prueba. (*)

Las dos primeras horas obtuve una media de 18,4 km/h, lo que da una idea del tipo de recorrido que estaba haciendo.

Al bajar La Braguía, paré ¡qué ganas tenía! a desayunar un enorme café con leche en vaso junto con un sobao de 10x10x4, especialidad de la tierra. ¿Dónde van a estar mejor los sobaos pasiegos que en la Vega de Pas? Al salir, vi una furgoneta de un repartidor repleta de bolsas de pastas, hasta por el salpicadero las llevaba. ¡Qué ganas de agenciarme una de ellas!

Bueno, la parada fue muy reparadora. Entré algo en calor, ya que el tiempo hasta ese momento había sido muy fresco. Gracias a que subiendo lo notas menos, y a que no llovió, eso pudo mantener mis pies secos, otro punto fundamental para seguir entero.

Y enseguida empezaba el puerto esperado de Estacas de Trueba. El asfalto cambió y se hizo más irregular, de ese color gris que tenían antiguamente las carreteras de los pueblos, con manchas más oscuras, otras más claras… así 14 kilómetros. Empecé alegre, llevaba el plato mediano. La pendiente inicialmente me lo permitía; luego, a partir del km. 4 de subida lo tuve que quitar para no forzar más de la cuenta.

Pero he comprobado que con el “molinillo” combinándolo con piñones de 23, 21 y hasta 19 dientes se puede ir perfectamente, tan rápido o más que con el plato mediano y encima con la cadena menos cruzada.

Estacas me fue cautivando. Lo iba comparando con Lunada, ya que en principio son subidas muy parecidas en longitud (aunque a Lunada llegas castigado por la dura aproximación de 7 km hasta San Roque, que también se pueden considerar parte del puerto, con lo que 15+7=22 km… Estacas à 14 km., Lunada desde San Roque à 15 km.), por porcentaje de los kilómetros y por paisaje, espectacular en ambos casos.

Pero Estacas, como digo, me pareció más amigable, o quién sabe, igual tenía mejor día. El caso es que fui subiendo los kilómetros al tran-tran y, antes de llegar a los últimos en que la carretera se mete por un cortado a la izquierda y pierdes la visión del hermosísimo valle de la Vega de Pas, con sus praderas enormemente verdes, sus animales en libertad y sus manantiales, todas esas sensaciones me hicieron sentir muy bien. ¡Pude ver hasta un grupo de corcillos a unos veinte metros delante de mí! Dos de ellos cruzaron la carretera asustados; otro se contuvo.

Esta es una foto tomada de www.altimetrias.net

Tras la bajada (en la que estaba el lugar de acampada de Alvaro, y en efecto, le puede ver fugazmente aunque él no a mí), sin apenas descanso hay que coger el desvío a la izquierda antes de llegar a Las Machorras, y comenzar a subir Lunada por el lado Sur.

Son 9 kilómetros, aunque de ascensión pura sólo 8. Comencé con el plato mediano, como en Estacas, y así hice creo que los tres primeros kilómetros. Luego ya lo quité y volví a ponerme un ritmo más llevadero.

Antes de llegar a este puerto, pensaba que al ser ya el último no importaría si tenía que utilizar todo el desarrollo ya que, una vez arriba, sólo (o casi) me restaba dejarme caer hasta Liérganes.
En un momento miré el ciclo-computador y, justo a las 4 horas de marcha seguía llevando 18,4 km/h de media. Iba por el kilómetro 74 y pico.

El asfalto en Lunada es de lo peor que he visto. Ese tramo, cuesta arriba no se nota tanto, pero cuando lo bajas no te permite ni comer, ya que los continuos golpes que se lleva la horquilla hacen que tengas que aferrar fuertemente el manillar hasta con las dos manos, con una sola es un poco delicado.

Los dos últimos kilómetros ya más suave de desarrollo -30x23- y, piano piano, hasta arriba. Los últimos cinco kilómetros de subida los hice con aire de cara, y agradecí que no me hubiera pasado antes porque ahora el perfil me iba a ser más favorable para aguantarlo.

Corono Lunada. Nubes negras nuevamente después del resol que me ha acompañado en la subida, nubarrones que amenazan pero no dan. Y nuevamente un asfalto caótico. Grijo por todos lados, suciedad, baches… ¡Qué horror! Quince kilómetros de bajada y deseando quitármelos de encima cuanto antes. Sensación de peligro, curvas que se cierran, rebaños de cabras en mitad de la carretera, algún pastor con el cayado al hombro y perro que se aposta en la cuneta cuando me ve llegar, para salir disparado a por mí en cuanto me pongo a su altura, dándome un señor susto.

Más kilómetros nefastos. Deseo fervientemente terminar ese suplicio y llegar al cruce donde esta mañana había tomado el desvío a la derecha siguiendo el indicador que marcaba “Selaya”, porque sabía que justo en ese momento el asfalto cambiaría y se acabaría la tortura. Cuento los kilómetros que, en orden descendiente, me van informando, desde el nº 15 del alto hasta el 1 final.

San Roque de Riomiera. Feria de productos típicos, coches aparcados en ambos lados. Alegría de domingo. Pero yo sólo estoy de pensando en pasar raudo, continuar la bajada y llegar a Liérganes.

Varias veces tuve que quitar el plato grande e incluso meter el 39x25, y a estas alturas las piernas ya duelen cuando haces eso, ya que hay un tramo como de un kilómetro que te parte en dos la bajada. Posteriormente, toboganes aquí y allá hacen que no sea un camino de rosas, que no me pueda relajar, pero en todo caso en esa larga bajada desde Lunada conseguí elevar en más de 2 km/h la media, dejándola en unos más que meritorios, para mí, dado el perfil, 20,8 km/h, tras 5 horas y 19 minutos de pedaleo.

He terminado con una gran sensación de satisfacción, ya que no las tenía todas conmigo sobre la climatología (estaba lloviznando cuando salí de Noja) y me respetó; La Braguía y Estacas me encantaron, he hecho un gran esfuerzo que prolonga el de la QH y estoy muy contento con mi rendimiento.

¡Hasta la próxima!

Ah, la Wilier muy bien, la noto muy cómoda en general.


La salida en cifras:

Kilómetros recorridos: 111,13 km.
Tiempo empleado: 5 h. 19’ 12”
Velocidad media: 20,8 km/h
Sensación de esfuerzo: 18,2

Y una cosa nueva que no había tenido en cuenta hasta ahora:

¡2.640 m. de desnivel acumulado!



Ascensiones:

Lunada (1/3): Altitud 455 m.; Desnivel 253 m.; Longitud 8 km. Desnivel medio 3,02% / 4,8% (**)
El Campillo (Este): Alt. 822 m.; Desnivel 480 m.; Longitud 4,5 km.
La Braguía (Norte): Alt. 720 m.; Desnivel 480 m.; Longitud 8,2 km.; Desnivel medio 5,85%; Coeficiente 86.
Estacas de Trueba (Oeste); Alt. 1.166 m.; Desnivel 793 m.; Long. 14,2 km.; Desn. medio 5,58%; Coef.: 133. Lunada (Sur): Altitud 1.320 m.; Desnivel 477 m.; Longitud 8,2 km.; Desnivel medio 5,82%; Coefic.: 80.

(*) Luego, repasando las altimetrías, vi que todo tenía su explicación... los porcentajes no eran nada exigentes...

(**) Dependiendo de si consideramos o no los 2 km. de bajada.